Tissot: Caminos ilimitados, un único destino
En la vasta extensión de un enclave surrealista se despliega la nueva campaña de Tissot, que destaca el espíritu de libertad y la exploración de amplios paisajes. Se trata de un guiño a los años 70, enfatizado por un bello coche vintage de la época, que ilustra el origen del Tissot PR516. Un viajero solitario atraviesa este universo solitario, a la par que hipnotizador, en un viaje marcado por encuentros inexplicables y fenómenos enigmáticos, que nunca lo detienen. Conduciendo por este paisaje de otro mundo, su reloj es un recordatorio tangible del paso del tiempo, en un lugar donde parecería no existir.
Un viaje a través del espejismo
Nuestro protagonista sale de su coche hacia lo desconocido. Con sus prismáticos en mano, observa el horizonte. De repente, un destello procedente de una figura lejana le llama la atención. Curioso, observa con sus prismáticos y divisa a una persona cargada con bolsas de Tissot: el sol se refleja en su reloj, creando una conexión fugaz en este mundo desolado.
Mientras sigue conduciendo, se encuentra de nuevo con lo inesperado: un solitario semáforo rojo en el vacío del desierto. Mira su reloj con expectación. Cuando el semáforo se pone en verde, pisa el acelerador y arranca hacia lo desconocido.
Más adelante en su viaje, tras sentirse desorientado, saca un mapa de Suiza de la guantera y se pregunta por su origen y probable destino. El mapa extendido sobre el capó del coche y el reloj que lleva en la muñeca se convierten en símbolos de su búsqueda de orientación en este paisaje infinito.
El viaje da un giro surrealista cuando una inmensa sombra lo envuelve. Al levantar la vista, presencia el asombroso espectáculo de un gigantesco reloj PR516 que sobrevuela su cabeza, una metáfora visual que aúna tiempo y espacio.
A través de la blanca extensión del tiempo
Esta es la historia de un viajero decidido, firme en su dirección hacia el camino elegido. En la belleza en bruto de este interminable desierto blanco, su viaje trasciende lo ordinario.
Mientras conduce a través de ilusiones y distracciones, se mantiene fiel al rumbo fijado originalmente. Tissot se erige como símbolo de la concentración inquebrantable, guiando el camino hacia el verdadero destino.